Cómo Ayudar a los Niños a Gestionar sus Emociones
Feb 13, 2025
Los niños llevan poco tiempo en este mundo y aún están descubriendo cómo entender, identificar y manejar sus emociones. Por eso, muchas veces su primera reacción ante algo que les frustra o emociona es llorar, gritar o tirar cosas al suelo (sí, hemos estado ahí). No es que quieran hacernos la vida difícil, simplemente aún no saben qué hacer con todo lo que sienten.
Cuando un niño tiene hambre, está cansado o se frustra porque algo no salió como esperaba, su cerebro entra en modo emergencia y reacciona como puede. Y aquí es donde entramos nosotros: para ayudarles a regular sus emociones, enseñarles que todas son válidas y darles herramientas para expresarlas de una mejor manera.
El control emocional no es algo con lo que se nace, se aprende con el tiempo y con la ayuda de los adultos que los rodean. Así que en este blog vamos a ver cómo acompañar a los niños en este proceso y qué estrategias podemos aplicar en casa o en el childcare.
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¿Por qué es tan importante que los niños aprendan a gestionar sus emociones?
"Atender las necesidades sociales y emocionales es de vital importancia. Los estudiantes deben sentirse bien consigo mismos para poder aprender. Si queremos que se arriesguen intelectualmente, tenemos que ayudarles a sentirse seguros en la escuela y en el hogar" (Lantieri, Las emociones van a la escuela).
Un niño que sabe identificar lo que siente y cómo expresarlo tendrá mejores relaciones, menos berrinches y más herramientas para enfrentar el mundo.
- Favorecen la comunicación: Un niño que sabe expresar lo que siente tiene menos conflictos y más facilidad para hacer amigos.
- Mejoran la concentración: Cuando un niño no está sobrepasado por sus emociones, puede enfocarse mejor en el aprendizaje.
- Fortalecen la autoestima: Entender y manejar sus emociones les da confianza para desenvolverse mejor en cualquier entorno.
- Reducen la ansiedad y el estrés: Aprender a reconocer sus sentimientos evita que reaccionen con miedo o frustración extrema ante nuevas situaciones.
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Las emociones en los niños
Los niños sienten TODO con mucha intensidad. En la primera infancia, los niños están en un proceso de descubrimiento emocional, donde necesitan ayuda para reconocer y expresar lo que sienten.
Algunos datos sobre sus emociones:
- Experimentan emociones sin filtros, pasando de la risa al llanto en segundos.
- Aún están aprendiendo a nombrar lo que sienten y diferenciar emociones como alegría, tristeza o enojo.
- Su capacidad de autorregulación se desarrolla poco a poco con el apoyo de adultos que les enseñen estrategias adecuadas.
Para que los niños aprendan a manejar sus emociones de forma saludable, es fundamental que crezcan en un entorno seguro y estimulante, donde se sientan comprendidos y acompañados en su proceso de aprendizaje emocional.
Algunas estrategias que puedes empezar a aplicar YA con tus niños
Juego dramático para explorar emociones
El juego dramático permite que los niños simulen situaciones reales y experimenten diferentes emociones en un espacio seguro. A través de la dramatización, pueden practicar cómo reaccionar ante distintos escenarios y desarrollar empatía. Además, se pueden crear espacios simbólicos (como una casa, una tienda o un veterinario) para que exploren roles y emociones.
Ejemplo: Se crea un “hospital” en el aula con materiales reciclados. Un niño es el doctor, otro el paciente y otro el enfermero. Durante el juego, pueden explorar cómo se siente alguien que está enfermo, cómo calmar a un amigo que está preocupado y cómo resolver problemas en equipo.
Este tipo de juego permite que los niños internalicen habilidades sociales y emocionales mientras juegan, sin la presión de una lección formal.
Mindfulness adaptado a niños
El mindfulness no es solo para adultos. Enseñar a los niños a prestar atención a su respiración y a sus sensaciones corporales los ayuda a regular su estado emocional y evitar respuestas impulsivas.
Práctica que puedes implementar hoy mismo: La respiración de la abeja (Práctica de yoga)
Este ejercicio es perfecto para calmarse y centrarse en la respiración:
Pasos:
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Taparse las orejas con los dedos índice.
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Cerrar los ojos.
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Inhalar profundo y al exhalar, hacer el sonido de una abeja: MMMMMMMMMM
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Repetir varias veces, sintiendo la vibración en la cabeza y el pecho.
Este ejercicio invita a la interiorización y es ideal para reducir la ansiedad o la impaciencia.
Música y ritmo para la regulación emocional
La música tiene un impacto directo en las emociones. Usar diferentes ritmos y melodías para acompañar o cambiar el estado emocional de los niños es una forma efectiva de ayudarles a autorregularse.
Ejemplo: Si un niño está ansioso, una melodía lenta y suave puede ayudarle a relajarse. Si necesita energía, una canción rítmica lo activará.
Diario de emociones
Incluso los niños pequeños pueden empezar a llevar un registro de lo que sienten a través del dibujo o el dictado. Tener un espacio donde plasmar sus emociones les ayuda a procesarlas y reconocer patrones en su comportamiento.
Ejemplo: "Hoy me sentí feliz cuando jugué con mi amigo, pero triste cuando me quitaron un juguete. Mañana intentaré compartir más."
El papel del adulto en la regulación emocional de los niños
Los niños no aprenden a gestionar sus emociones solos; necesitan modelos a seguir. Más que decirles qué hacer, aprenden observando cómo reaccionamos nosotros. Si un niño ve a un adulto manejar el estrés con calma, aprenderá que puede hacer lo mismo. Pero si ve gritos y desesperación ante los problemas, probablemente responderá de la misma forma.
Como educadores, cuidadores y familias, nuestra tarea no es evitar que sientan emociones intensas, sino ayudarles a entenderlas y manejarlas de una manera saludable. Un ambiente seguro donde puedan expresarse sin miedo, acompañado de rutinas claras y adultos que los escuchen con paciencia, les dará la confianza que necesitan para regularse.
Pequeños apoyos visuales pueden hacer una gran diferencia en este proceso. Herramientas como los Letreros de Emociones ayudan a que los niños identifiquen lo que sienten y aprendan a gestionarlo de manera positiva en su día a día. Si estás en Estados Unidos, puedes recibirlos directamente en tu domicilio aquí. Y si vives fuera de EE.UU., los puedes obtener en formato digital listo para imprimir aquí.
Niños con emociones bien gestionadas = Niños más felices
La educación emocional no es un lujo, es una necesidad. Ayudar a los niños a entender y manejar sus emociones no solo mejora su comportamiento, sino que los prepara para enfrentar la vida con más seguridad, confianza y bienestar.
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